Hablamos
de hiperactividad cuando se trata de un niño que no controla la quietud ni el
movimiento y es incapaz de dirigir su percepción y su sensorio, se encuentra a
merced de los estímulos que le llevan de un lado para otro, sin intención y sin
dirección. El niño/a se mueve de forma incesante y produce una gran incomodidad
en el aula, en casa y en la mayor parte de ambientes que frecuenta. El
resultado, por lo general, es una situación que va creciendo hasta llegar a
interferir el desarrollo y el aprendizaje.
¿Por
qué hay más casos de niños hiperactivos y desatentos que antes?, ¿cuáles son
los factores que pueden influir en el aumento?
Hay
muchos factores. El primero es el hecho de que se sobrediagnostican y, a veces,
se diagnostica de TDA-H al niño/a mal educado, al que nadie le ha enseñado a
frenar, al que presenta un simple trastorno reactivo de conducta, que puede ser
pasajero, al que sufre un estrés postraumático, etc.
Y, además, porque si analizamos todas las
causas que pueden provocar o inciden en trastornos de este tipo, comprobaremos
que están aumentando: Exposición a ondas y campos electromagnéticos, problemas
de alimentación y sueño, intoxicaciones, hiperestimulación, se concede poca
importancia al desarrollo neurofuncional de base, ambientes irritativos, exceso
de estímulos, agendas escolares muy apretadas, disritmia o desestructuración
familiar, disritmia social, etc.
Yo siempre he sido una persona con
tendencia hiperactiva y estoy embarazada, ¿puede ser que a mi hijo le afecte?
La
tendencia a la hiperactividad tiene una traducción vegetativa y hormonal que es
el caldo de cultivo del feto, el medio interno, la sangre y los líquidos en los
que se está desarrollando y se nutre.
La
respuesta hormonal, sobre todo de la glándula tiroides y de las suprarrenales,
puede condicionar el diseño neurobiológico del bebé y, por tanto, sin que
podamos establecer una relación matemática, sí podemos afirmar que es más fácil
que el bebé que se desarrolla en el seno de una mamá hiperactiva puede
considerarse un bebé de mayor riesgo.
Por
este motivo, generalmente se aconseja que, durante el embarazo, la mamá procure
estar serena, evite situaciones de estrés, cuide sus ritmos de alimentación,
sueño, regularice sus hábitos, desarrolle una vida sana, elimine presiones de
su vida, etc.
Un niño con trastorno de atención
puede mostrarse distraído, desatento y con manifestaciones claras de inquietud
en el aula y, sin embargo, tranquilo, interesado, atento y constante en casa o
realizando otras actividades como cerámica dibujo…?, ¿En este caso, se puede
considerar un trastorno por déficit de atención?
Cuando
en algunos ambientes o en varias actividades significativas un niño/a muestra
poseer una capacidad de atención normal, en nuestra opinión, no se trata de un
caso de TDA-H primario, sino probablemente, de un conjunto de signos de
desatención o hiperactividad que no son universales y que obedecen a una causa
concreta, en este caso, vinculada al entorno escolar, a la respuesta ante el
aprendizaje, etc.
Una lesión en el tálamo, como por
ejemplo una falta de oxígeno en el parto ¿puede producir hiperactividad o
problemas de atención?
Sí,
por supuesto. El tálamo es un filtro muy importante, que prepara y selecciona
la información para que llegue organizada a la corteza cerebral. Así que las
alteraciones de determinados sectores del tálamo pueden impedir esta función y
contribuir a la irritación o a la llegada masiva de información que la corteza
no puede organizar ni seleccionar.
¿Todos los niños que padecen un TDA
duermen poco?
NO,
aunque los problemas de sueño asociados a los TDA son frecuentes.
Pediatra: ¿Los desequilibrios de ph de
la sangre, que tan frecuentes son y tan poca importancia se les concede, pueden
producir trastornos de la atención y tendencia hiperactiva?
Si
tenemos en cuenta que, en la mayor parte de los niños hiperactivos, hay un
sustrato biológico desequilibrado, qué duda cabe que el ph puede jugar un papel
desestabilizador?
La
tendencia al PH ácido, que es una situación tan frecuente como poco
aconsejable, sabemos que produce un aumento de la excitabilidad neuronal y, por
tanto, podemos afirmar que contribuye a provocar o aumentar la intensidad de
los síntomas de una posible tendencia hiperactiva.
¿Los problemas de atención y la
hiperactividad son más frecuentes entre los niños adoptados?
NO
se puede generalizar. Entre los niños adoptados mayor frecuencia de este tipo
de problemas por el simple hecho de que, en la historia de su primera infancia,
además de carencias en el desarrollo neurofuncional de base, hay muchos
episodios traumáticos que necesitan terapia.
¿Cómo podemos detectar si la causa de
un cuadro de hiperactividad es de tipo emocional?
Fundamentalmente,
por dos tipos de datos, la clínica que presenta el niño, su sintomatología, y
por el hecho de que, al elaborar la historia clínica y repasar su biografía,
los padres comentan que, en un momento determinado, hubo u n cambio brusco y
marcado de su forma de comportarse.
¿La hiperactividad puede tener
relación con los problemas respiratorios, la tendencia a las bronquitis
asmáticas, las bronquiolitis frecuentes, etc.?
Sí,
aunque la relación no sea directa.
Detrás
de un cuadro de desatención o hiperactividad, a menudo nos encontramos con un
fondo de hipersensibilidad que no sólo es emocional, sino que también tiene una
base física.
Este
terreno biológico hipersensible, hiperérgico, es el muchas veces sustenta los
cuadros de piel atópica, bronquitis alérgicas inespecíficas, etc.
Además
la propia disfunción respiratoria, la sensación de ahogo que producen los
espasmos bronquiales y la medicación que muchas veces se prescribe en estos
casos tampoco ayudan a la estabilidad, seguridad y a desarrollar un ritmo
sereno.
¿La hiperactividad y la respiración
están vinculadas?
Por
supuesto. El órgano más necesitado de oxígeno es el cerebro y, por lo tanto, es
el órgano más sensible a los problemas respiratorios que pueden producir una
baja oxigenación, un acúmulo de CO2 y las consiguientes alteraciones del Ph.
Recordemos
que la tendencia a la acidosis en la sangre aumenta la excitabilidad neuronal.
¿Existe alguna relación entre la
desatención, la hiperactividad y los problemas de lateralidad?
Los
problemas de lateralidad pueden producir problemas de aprendizaje, y como
consecuencia, alteraciones de la atención y problemas de descontrol.
Además,
en el caso de las alteraciones de la lateralidad, como son problemas debido a
disfunciones hemisféricas, de forma más directa, pueden inferir la capacidad
para interpretar las coordenadas espacio-temporales y situarnos en el aquí y
ahora.
Por
lo tanto, una lateralidad incompleta, un cruce lateral o una lateralidad
contrariada también pueden inferir la atención de forma muy directa.
Observo que algunos niños con los que
trabajo y que están diagnosticados de DA se encuentran en fase prelateral y no
han desarrollado un patrón contralateral ni un buen esquema corporal, aunque
practiquen deporte. ¿Puede haber alguna relación?
Sí.
Detrás de un problema de atención o de hiperactividad, hay muchas causas y
muchos desencadenantes que hay que diagnosticar y tratar, en lugar de
limitarnos a administrar medicación.
Una
de esas múltiples causas puede ser el desorden laberíntico, corporoespacial,
háptico y lateral.
Es
perfectamente factible que esta situación se de a pesar de la práctica
deportiva.
En
general, la práctica de un deporte no resuelve un problema madurativo o
funcional de base que sea importante, sino que permite experimentar y enseña al
niño/a a ser más habilidoso con su problema, pero no lo resuelve.
Los
problemas neuromotrices y neurosensoriales de base hay que resolverlos con
ejercicios muy concretos y programas de terapia personalizados.
¿Cree que, en algunos casos de
niños/as que no siguen el ritmo del curso y tienen que dedicar tiempo a las
terapias recomendadas, es interesante que repitan curso?
La
baja escolar no existe y habría que inventarla porque les exigimos a los niños
más que a los adultos y les pedimos que, además de hacer diariamente los
ejercicios de reeducación que necesitan, realicen más tarea escolar que sus
compañeros de clase y eso no conduce muy lejos.
En
muchos casos sería francamente interesante que puediera repetir curso.
Me gustaría saber porqué la
lateralidad puede producir un déficit de atención del niño/a.
No
es la lateralidad, sino los trastornos de lateralidad los que pueden
producirlo.
Es
así porque el hemisferio izquierdo (dominante en un diestro) es el controlador
de la consciencia y la medida del tiempo, de la vinculación con el exterior,
etc., y, por lo tanto, la penalización o la hipofunción de ese hemisferio, que
puede producir una lateralidad distorsionada o contrariada, dificulta su
función.
Otro
argumento de afectación indirecta sería que, si un trastorno de la lateralidad
puede interferir el aprendizaje, lógicamente, como consecuencia, la atención y
la estabilidad del niño/a pueden quedar resentidas.
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ResponderEliminarEs así porque el hemisferio izquierdo (dominante en un diestro) es el controlador de la consciencia y la medida del tiempo, de la vinculación con el exterior, etc., y, por lo tanto, la penalización o la hipofunción de ese hemisferio, que puede producir una lateralidad distorsionada o contrariada, dificulta su función.